domingo, 11 de marzo de 2012

Apolo y Dioniso en los griegos, una breve consideración

por: Pedro. A

Nuestros conocimientos occidentales sobre filosofía, ciencia y arte están influenciados, a través del imperio romano y de la tergiversación y satanización que hizo el cristianismo, por los griegos. Por lo cual es muy importante y principal el conocer sobre los griegos y sus dioses, estos últimos que jugaron un papel muy importante en la personificación y materialización de ciertos instintos e impulsos naturales del ser humano, así como de la naturaleza también. Dos de los principales dioses griegos personifican a la Razón y al Instinto, las dos fuerzas primordiales que dan al humano vida y la mantiene, siempre en una lucha constante y en una relación recíproca. Esto lo podemos corroborar bastante en el arte griego, el cual consistía en hacer la vida más "vivible" a través de la comprensión de estos dos estados. Para los griegos, el arte fue la actividad que regía su vida en todas sus manifestaciones, y esto se comprende en el teatro griego, donde el espectador era parte de la obra, y el coro, la salvación dionisíaca y la reconciliación del hombre a su estado primitivo: la naturaleza. A continuación una breve consideración sobre la importancia de Dioniso y Apolo en la cultura griega.



A diferencia del arte contemporáneo o "moderno", el arte griego representaba la tragedia de la vida, mediante la inclusión de los coros, los cuales representaban a Dioniso, el dios de la vida, de los instintos, de la música, el dios desprovisto de formas, y su contraparte, Apolo, el dios de la forma y de la profecía, el dios de la razón.
Los griegos entendieron esto de manera literal,  personificando  los dos instintos principales y vitales de la vida humana mediante Dioniso y Apolo.
Mediante la influencia dionisíaca de la embriaguez, la vida se nos aparece hermosa, bella, llena de energía y colores, el hombre es en sí la obra de arte, es a la vez espectador y artista, cuando conoce profundamente la relación que existe entre él y la naturaleza. En cambio Apolo, el dios de las facultades creadoras de formas y del arte plástico, es al mismo tiempo, el dios adivinador y, por lo tanto, el dios de las apariencias. Como dice Nietzsche en el Origen de la Tragedia: "La más alta verdad, la perfección de estos estados opuestos a la realidad imperfectamente inteligible de todos los días, en fin, la conciencia profunda de la reparadora y saludable naturaleza del sueño y del ensueño, son, simbólicamente, la analogía, a la vez, de la aptitud de la adivinación y de las artes, en general, por las cuales la vida se hace posible y digna de ser vivida". 
A través de los mitos griegos, se puede aún ver un intento de comprender la génesis del hombre y de sus estados primitivos, en los que todavía estaba arraigado y era parte de la naturaleza, un apéndice de ella, donde reinaba una armonía cósmica al no diferenciarse todavía la vida humana de la energía creadora de vida que se manifiesta constantemente en la naturaleza. Todavía el hombre no aprendía a construir una identidad propia, no existía el principio de individuación, tan propio del hombre occidental.
El ser humano vivía a la merced de los fenómenos naturales, siempre vulnerable a la tragedia de la vida, como una pequeña avioneta que se agita en una fuerte tormenta, a punto de ser derrumbada. Es a partir de esto, cuando el ser se ve necesitado de una apariencia, de imágenes y velos que cubran esta tormenta de la existencia, y pueda pararse en tierra firme, o más claramente, que crea que está a salvo de todas estas fuerzas externas e internas que lo acechan constantemente. Una de estas creaciones, a mi parecer, fue la razón, la conciencia de sí mismo, el acordarse constantemente que puede utilizar esta herramienta "razón" para constituir su identidad, e ir enterrando poco a poco, cada vez más profundamente, sus "demonios", constituyendo así un inconsciente cada vez mas saturado y trastornado. Pero no nos desviemos del tema...

Veamos como Schopenhauer describe en su Mundo como voluntad y representación, este estado apolíneo del griego ante la incertidumbre de la existencia: "Como un pescador en un esquife, tranquilo y lleno de confianza en su frágil embarcación, en medio de un mar desencadenado , que, sin límites y son obstáculos, eleva y abate, mugiendo, montañas de olas espumosas, el hombre individual, en medio de un mundo de dolores, permanece impasible y sereno, apoyado con confianza en el principium individuationis. Podría decirse de Apolo que tiene la inquebrantable confianza en este principio y la tranquila seguridad de quién está penetrado de él, y hasta podríamos encontrar en Apolo la imagen divina y espléndida del principium individuationis, en cuyos gestos y miradas nos habla toda la alegría y la sabiduría de la "apariencia", al mismo tiempo que su belleza"
Pero cuando este estado apolíneo se ve turbado por la fuerza de Dioniso, este principio de individuación se rompe, y el ser queda turbado ante esta fuerza primaveral que brota desde lo más profundo del ser a causa de la embriaguez (entiéndase embriaguez no a la manera de la borrachera occidental que es muy baja), arrastrando al individuo a un completo sentimiento de éxtasis y a un total olvido de sí mismo, lo cual lo reintegra a la naturaleza, vuelve a ubicar al hombre en un estado primitivo, en el que aún comprendía mejor, aunque con todos sus horrores y desgracias, la trama de la vida. Termino con una última frase de Nietzsche, dedicada a todos aquellos que no conocen o sienten miedo ante el torrente dionisíaco: "Hay personas que, por ignorancia o estrechez de espíritu, se siente repelidas por estos fenómenos, como si se tratase de una enfermedad contagiosa, y, en la plena confianza de su propia salud, las satirizan o las miran con piedad. Estos desgraciados no sospechan la palidez cadavérica y el aire espectral de su "salud" cuando pasa delante de ellos el huracán de vida ardiente de los ensueños dionisíacos.
Bajo el encanto de la magia dionisíaca no solamente se renueva la alianza del hombre con el hombre: la naturaleza enajenada, enemiga  o sometida, celebra también su reconciliación con su hijo pródigo, el hombre"
Imagen 1: Dioniso reconciliado con la naturaleza
Imagen 2: Apolo, el dios de las apariencias

No hay comentarios:

Publicar un comentario