ORIENTALIA


El espíritu de la filosofía oriental
Resumen de la obra “El espíritu de la filosofía oriental” de Wing-Tsit Chan, profesor de filosofía e instituciones chinas en la Universidad de Hawai, Shunzo Sakamaki profesor de historia de la misma Universidad, Teitaro Susuki, profesor de budismo zen. Junjiro Takakusu. Profesor de la Universidad Imperial de Tokio.

La historia de la filosofía oriental es complicada. A fin de comprenderla es necesario abordarla desde un ángulo apropiado, y tener de ella una perspectiva total. Para abordar la filosofía oriental correctamente debemos tratarla como filosofía, diferenciándola de la religión, con la cual mantiene conexiones históricas estrechas que no son necesariamente filosóficas.

Características de las filosofías de la India y de la China
Cuando se ha comprendido que no todas las filosofías del Oriente, ni las diferentes etapas de cada una de ellas siguen el mismo patrón, se ve que cualquier caracterización de un sistema no vale aplicado a otros. En general, las filosofías de la India y las de China y Japón forman dos grupos distintos, puesto que cualquier característica general aplicable a las filosofías de la India, no puede aplicarse, en la mayoría de los casos, a las de China y Japón.
El profesor S. Radhakrishnan , en su Indian Philosophy, considera que las características generales del pensamiento de la India, son: espiritualidad, interés dominante en lo subjetivo, idealismo monista e intuición. Por espiritualidad entiende que hay una fuerte motivación espiritual en esa filosofía, y un firme reconocimiento de la relación estrecha entre filosofía, religión y vida.  Esto no significa que tal filosofía sea dogmática o no intelectual.  Por el contrario, es intensamente  intelectual, crítica y sintética. El interés por lo subjetivo viene de la síntesis especulativa y no se opone a la ciencia. El idealismo monista de la India hace hincapié en que la realidad es yo y que el hombre debe convertirse en realidad. Es mística en el sentido de disciplinar la naturaleza humana para llegar a la realización del espíritu. La intuición, o mejor aún darsana, abarca la observación perceptiva, el conocimiento conceptual, la experiencia intuitiva, la investigación lógica y la comprensión profunda del alma. El profesor Radhakrishnan rechaza de plano la acusación vulgar de que la filosofía de la India es pesimista, dogmática, indiferente a la ética, e incapaz de progreso.
Otro destacado sabio de la India, el profesor  S. Dasgupta, considera la teoría del karma y la reencarnación, la doctrina de la emancipación (mukti), la doctrina del alma (atman, purusha, yiva, etc), el pesimismo y sadhana como “puntos fundamentales de acuerdo” entre las escuelas de la India, con la única excepción de los materialistas Charvaka. Sadhana significa  el esfuerzo filosófico, religioso y ético que abarca el dominio de las propias pasiones, el cuidado por no dañar cualquier forma de vida, la represión el deseo de placer y la práctica del método Yoga de concentración. Dasgupta explica que en el pesimismo que se achaca a la filosofía de la India hay “absoluta confianza optimista en uno mismo, y en el destino y meta de la emancipación”.
No ha habido en China la abundancia de críticas sistemáticas de la filosofía nacional que en la India. Sin embargo, el eminente doctor Hu Shih, ha destacado especialmente dos aspectos. En su libro The development of the Logical Method in the Ancient China, destaca el hecho de que el método lógico jugó un papel importante en la filosofía china antigua y moderna. En su artículo Religion and Philosophy in Chinsese History insiste en que la filosofía, en China como en  todas partes ha sido sierva, defensora, crítica o adversaria de la religión. El profesor Fung Yu-lan piensa que la filosofía de China es inferior a la de la India y a la occidental en demostración y explicación; que la filosofía China destaca lo que el hombre es y no lo que tiene; que no persigue la sabiduría por la sabiduría, que no contrasta el hombre y el universo; que no ha desarrollado un sistema de lógica; que ha subordinado la metafísica a los intereses humanos; que discute extensa y minuciosamente el problema de cómo vivir ; que no es sistemática en la forma, sino en el contenido.
Por estas descripciones sacamos en claro que las filosofías de China e India presentan caracteres distintos. Sin embargo, en un punto están de acuerdo, es decir, en el interés por el hombre antes que por la naturaleza o por Dios. 

(seguirá)








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